Arrojado en una carretera de Culiacán, en el estado de Sinaloa, apareció el cuerpo sin vida de Luis Enrique Ramírez Ramos.
Él era periodista, director de Fuentes Fidedignas y columnista de El Debate.
En 2010 fue amenazado, perseguido y desplazado. La organización Artículo 19 lo refugió tras una serie de tres asesinatos de personas cercanas a él.
Ramírez reveló hasta 2015 en una entrevista al diario Noroeste que su desplazamiento se debió a que las tres personas asesinadas eran sus amigos y entre todos contaban con información delicada sobre el entonces Gobernador Mario López Valdez, así como del entonces Secretario de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros.
El periodista afirmó que las amenazas habían surgido desde el Gobierno estatal. Esa denuncia se registró, mas no tuvo un mayor avance en la Fiscalía General de la República.
Con Ramírez Ramos suman nueve comunicadores asesinados en todo el País en lo que va del año.
El Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, condenó el hecho.
“Con profundo pesar, lamento el fallecimiento de Luis Enrique Ramírez, amigo y periodista del periódico El Debate. Me he comunicado con la Fiscal Sara Bruna, para que se haga una investigación inmediata, rigurosa y exhaustiva, que esclarezca este oprobioso hecho”, Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa.
Con información de Grupo Reforma.
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