Aunque los pubs y las tiendas han reabierto, se mantienen estrictos límites a las reuniones de ciudadanos o familias.
Con carteles que decían “La libertad no es negociable” y “No pasaportes sanitarios”, los manifestantes se reunieron en la capital el sábado.
Considerada por sus organizadores como “la fiesta callejera más grande que Londres haya visto jamás”, la manifestación atrajo a miles de participantes descontentos con las restricciones persistentes sobre reuniones y movimientos, y se opuso a los vagos planes del gobierno de introducir los llamados “pasaportes de vacunas”.
A diferencia de las protestas de los activistas climáticos en los días anteriores, la marcha del sábado fue ignorada en gran medida por los principales medios de comunicación, y solo un puñado de tabloides británicos dedicaron historias cortas a la manifestación.
Los propios manifestantes acusaron a los medios de comunicación de “ignorar a cientos de miles” de manifestantes y sus demandas.
El actor y candidato a la alcaldía londinense, Laurence Fox, asistió a la manifestación del sábado y prometió a los asistentes eliminar por completo las restricciones de Covid-19 si es elegido.
Fox fue un participante entusiasta en la protesta.
Al publicar videos de hordas de personas marchando por las calles, Fox condenó el “apagón total de los medios corruptos” de la protesta, al señalar que no cubrían estos eventos de manifestaciones libres, por no convenir a sus intereses.
