Para evitar que Adrián de la Garza sea gobernador, el equipo de Samuel García busca contactar a Abel guerra para analizar una estrategia unificada.
García lidera en diversos sondeos pero conocer que su punto débil es la movilización del voto para la jornada electoral y espera conseguir apoyo de Morena. El candidato de MC conoce que se enfrenta a una maquinaria electoral priista aceitada a partir de centrales obreras, alcaldías y diversos operadores territoriales.
Para la jornada electoral se requiere de aproximadamente 15 mil personas para resguardar casillas y activar a los electores. Para MC ese número es astronómico.
García vivió una situación similar en la elección del Senado, pero en esa ocasión contó con los apoyos cruciales de Zeferino Salgado, que no quería que Víctor Fuentes ganara la elección y de Francisco Cienfuegos, que no deseaba un triunfo de Jorge Mendoza. Gracias a esa sociedad, la candidatura naranja pudo transitar igual de bien entre el aire y la tierra.
MC pretende aprovechar la fuerte enemistad que existe entre el ex gobernador Rodrigo Medina y el grupo de ex priistas que rodean a Clara Luz Flores, como Guerra, Felipe Enríquez o Héctor Gutiérrez de la Garza.
No es una tarea sencilla porque Fernando Larrazábal también se encuentra en una sintonía similar y, a diferencia de García, el candidato del PAN tiene una relación de años con Guerra.
Hasta la elección García tuvo siempre un buen trato con Guerra y Clara Luz. Llegó incluso a ofrecerle a Clara Luz ser su candidata en Monterrey, cuando todavía la situación con Luis Donaldo Colosio era difusa.
Con información de La Política Online.