En su reciente visita a la Casa Blanca el presidente Andrés Manuel López Obrador lucía, asustado, de mal humor y su lenguaje corporal lo mostraba fuera de lugar.
Sentado junto a Joe Biden, AMLO parecía estar muy incómodo.
Los pies chuecos, la corbata demasiado larga y el saco cerrado al estar sentado, lo mostraban como si fuera un político de cuarta que nada tenía que estar haciendo en la Casa Blanca.
El peor momento: cuando dió su discurso
El momento más desafortunado en esta ocasión, fue el instante en que AMLO sacó un discurso doblado de la bolsa de su saco. Como si fuera un maestro provinciano, se tomó media hora para balbucear un monólogo largo y aburrido, haciendo exactamente lo que los estadounidenses detestan: que les den un sermón.
La comparación con otros presidentes es abrumadora
Quizá el presidente Joe Biden y sus colaboradores habían regañado con anterioridad a Andrés Manuel López Obrador y por esa razón, apareció frente a las cámaras tan encogido y preocupado.
Redacción editorial Punto de Control.